viernes, 30 de diciembre de 2011

Entrevista en el periódico "La Voz"

Os dejo una estupenda entrevista que me han hecho los amigos de "La Voz", uno de los principales periódicos de la provincia. ¡Orgulloso es poco!


Benito Olmo Publica "Mil cosas que no te dije antes de perderte"

Después de escribir varios cuentos y tebeos de pequeño, el joven gaditano Benito Olmo Domínguez cumplió el sueño de ver una de sus obras publicadas en 2007. Pese a ser una historia más ingenua y sencilla, 'Caraballo', un «cuento con moraleja y final feliz», conquistó un gran número de lectores en la provincia. Ahora, más curtido en el proceso narrativo, lanza una novela mucho más ambiciosa, 'Mil cosas que no te dije antes de perderte', en la que un joven se congracia con su padre, con el que apenas tuvo relación alguna, tras su muerte, a partir de los relatos y testimonios de familiares y amigos. La obra no solo guarda tintes de drama, también una bonita historia de amor y grandes dosis de intriga y misterio. Como buen amante de la novela policiaca, Olmo ha querido dar un salto adelante con este libro, que presentó hace unos días en la sede de la Asociación de la Prensa.
También ha experimentado un gran salto editorial, después de sacar 'Caraballo' con un pequeño sello madrileño, la almeriense Círculo Rojo le ha fichado para lanzar su segundo trabajo a la calle. Aun así, él todavía se encarga de llevar para delante la distribución. «Suelo pasarme por las librerías de Cádiz para darme a conocer y presentarles el libro», reconoce este joven de 31 años que trabaja en la policía portuaria. Quizá también lo haga para evitar lo que ocurrió en las librerías con su primera novela. «No sé por qué la catalogaron como libro de autoayuda», recuerda con una sonrisa burlona. La historia que guardaban estas páginas era la de Blas, un joven obeso inmerso en una vida gris y anodina que un día tiene una experiencia que cambia su vida para siempre. «De repente, empieza a ligar, a ganar dinero...».
Eso sí, asegura que 'Mil cosas que no te dije...' es más oscura y compleja. «La muerte de su padre hace que David -el protagonista- regrese a Granada con su familia», explica. «Todos mis amigos dicen que las últimas cien páginas son adictivas», confiesa orgulloso. Por el momento, el libro puede encontrarse en las librerías de Cádiz, Málaga y Granada, aunque Benito Olmo quiere seguir promocionándola en otros puntos. Allí donde le llamen, él va con sus libros bajo el brazo, acompañado siempre de su novia, que no duda incluso en repartir marcapáginas por el centro de Cádiz. Toda iniciativa es poca para promocionar a un escritor novel.
Benito ya tiene otra historia entre manos, de la que lleva escritas noventa páginas. Influenciado por la prosa de Arturo Pérez Reverte, Antonio Muñoz Molina, Matilde Asensi o Antonio Gómez Rufo, confiesa que, aunque le gusta la novela histórica, aún no se siente preparado para encararla. «Hay que documentarse muchísimo y es fácil cometer errores». Aun así, no lo descarta.

domingo, 18 de diciembre de 2011

La autoedición como arma arrojadiza

Es increible la repercusión que ha tenido aquel artículo en el que hablaba de la autoedición y de sus peligros, y sobre todo la opinión de algunos al respecto. Han sido muchos los comentarios recibidos, algunos respetuosos, interesantes y que han dado lugar a un animado debate. Otros comentarios no han hecho otra cosa que insultarme y a faltarme el respeto amparándose en el anonimato, aunque han sido los menos. Me he reido mucho con todos y cada uno de ellos.
Algunos comentarios rozan el absurdo. Si yo critico a algunas empresas de autoedición y a los escritores que publican lo primero que escriben sin someterlo antes a una exhaustiva crítica y corrección, hay quien responde que mi artículo tiene faltas de ortografía, o de puntuación... Ridículo.
Como escritores autoeditados, debemos controlar y poner límite a nuestro ego, porque puede terminar jugándonos una mala pasada. Al hablar de libros malos, he recibido un aluvión de críticas de autores que se han visto reflejados en el comentario de forma automática. ¿Acaso responde Perez-Reverte de forma pública cada vez que alguien le critica? ¿O Stephen King sale al paso en cuanto encuentra en la red una reseña en contra de alguna de sus novelas?
Ejemplos como estos abundan en la web. He visto reseñas negativas de algunas novelas que han recibido comentarios de los propios autores (o de sospechosos "anónimos") con lindezas como "no has entendido lo que quería decir el autor/a", o "no deberías criticar tan duramente a alguien que está empezando". Cuando tu libro está en una librería, compartiendo estantería con los grandes, debemos estar a la altura de las circunstancias y acoger cada crítica sin desanimarnos, tratando de aprender para el futuro.
La autoedición esconde muchos peligros, y la gran mayoría de ellos pueden ser evitados si dejamos a un lado nuestro ego y trabajamos duro en nuestra obra, que es de lo que se trata. Por poner un ejemplo, la mayoría de las editoriales de autoedición carecen de correctores de estilo y de ortografía, ya que esos recursos implicarían un fuerte incremento del coste de la edición. Eso implica que el autor debe aplicarse al máximo en la corrección de su obra, sin dejar pasar ni el más mínimo fallo, puesto que más tarde lo lamentaremos, cuando el libro esté publicado y veamos con nuestros propios ojos esa inmunda errata que se nos pasó por alto. No es tarea facil, y aquí puedo hablar de mi experiencia personal. No me gusta corregir, no se me da bien. A mí lo que me gsuta es escribir, crear, narrar... Pero debo tener los pies en la tierra. Si no corrijo de forma exhaustiva mi novela, nadie va a hacerlo por mí. Y pese a haber corregido mi texto varias docenas de veces antes de enviar el definitivo a imprenta, existen erratas que juraría que no estaban ahí antes. ¡Aun me queda mucho por aprender!
Aprovecho para ilustrar mi argumentación con opiniones de algunas personas que saben de esto mucho más que yo. Hay un interesante blog llamado Miserias Literarias que puede servir de ayuda a quien empieza en este mundillo, e incluso la archiconocida Anika da su opinión en Facebook, dando lugar a un acalorado e interesante debate. En la web de Nudo de Piedras también se hace referencia al peligro de estafa por parte de algunas editoriales, más concretamente la editorial Entrelineas, con la que a mí me fue tan "bien".
Os enlazo a un artículo escrito por el sensacional Willy Uribe en el que habla de su relación con Tusquets, digna de leer. Para que veais que en todos lados cuecen habas.
Para terminar, os dejo con una reflexión de Carmen Posadas: "La regla de oro a la hora de rescribir es ser inmisericorde. Ser implacable e inmisericorde implica no hacernos la más mínima concesión a nosotros mismos, no perdonarnos nada. Escribir con el corazón y con las tripas es muy útil porque permite dejar libre al inconsciente que es lo que mejor conecta con el inconsciente del lector, pero luego hay que pulir, redondear, afinar."
Lo dicho. ¡Manos a la obra!

jueves, 8 de diciembre de 2011

Presentación en Málaga

El pasado día 30 presenté mi novela en Málaga, en el Café Art-Gállery Álamos 38. Me encantó conocer un poco de esa ciudad, en la que apenas había estado más de diez minutos en toda mi vida. Málaga se me reveló como un sitio hermoso y cosmopolita, y esperaba estar a la altura de tan bello lugar.
El lugar elegido para la presentación no podía ser más acertado. Está situado cerca del centro, y os recomiendo a todos que lo visiteis si quereis disfrutar de un buén café en un sitio privilegiado. Mis temores iniciales se fueron disipando en cuanto fué llegando gente, y la presentación transcurrió en un tono agradable y relajado. Algunos de los presentes formularon preguntas que contesté lo mejor que pude, haciendo hincapié en la necesidad que tenemos los que comenzamos en este mundillo de darnos a conocer. Finalmente pasé a relatarles algunas anécdotas vividas desde la publicación de mis dos novelas, y terminamos entre risas mientras me hacían prometer que volvería a aquel lugar cuando publicase mi tercer libro. Espero volver antes...
El viaje valió la pena. He conocido lugares preciosos, y a un puñado de personas magníficas con las que espero volver a tener trato en el futuro. Y lo que es más importante, mi novela ya está en Málaga, en manos de lectores que sin duda hablarán de ella (¡les hice prometerlo!). La promoción de una novela es algo agotador, sobre todo cuando carecemos de los medios económicos y logísticos de los grandes pero, en ocasiones, ratos tan agradables como los que compartimos el pasado día 30 hacen que todo valga la pena.

martes, 6 de diciembre de 2011

Reseña en "La cosa va de libros"


Hace poco conocí a una devoradora de libros llamada Carol, responsable del Blog "La cosa va de libros", y que una amante de los libros como ella leyera mi novela era algo que me emocionaba y me inquietaba a la vez. Podeis ver aquí su veredicto, en una breve pero profunda reseña que, sin ahondar demasiado en el contenido de la novela, dice mucho de ella.
Desde aquí le agradezco sus palabras, y el rato tan agradable que pasamos en nuestra última "tertulia literaria". Espero que repitamos pronto, en cuanto estemos un poco menos liados.
Os animo a todos a visitar su Blog. Es nuevo, pero promete.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Círculo Rojo: una apuesta segura

Aunque en mi anterior artículo hablé de esas editoriales nefastas y especuladoras que hacen su agosto aprovechandose de la ilusión de los que empezamos en el retorcido mundillo editorial, hoy quiero romper una lanza en favor de la Editorial Círculo Rojo, con la que he publicado mi segunda novela.
La autoedición es una herramienta muy valiosa, que en ocasiones ha hecho posible que autores desconocidos estén ahora publicando con grandes editoriales. Gracias a Círculo Rojo, mi libro está en la calle con un acabado impecable, digno de las mejores librerías, que me hace estar muy orgulloso de mi novela y me da fuerzas para defenderla en charlas y presentaciones.
La autoedición es el camino para darnos a conocer, ya que si en nuestro currículum figuran varias obras publicadas (o autopublicadas, como les gusta matizar a algunos) ya no seremos unos desconocidos en el momento de enviarles nuestro manuscrito a alguna de las grandes. No es un camino de rosas, y está sembrado de decepciones y oportunistas, pero por fortuna existen editoriales como Círculo Rojo que no solo editan, sino que también asesoran y sirven de apoyo para los que, como yo, empezamos en este mundillo.
Por cierto, despues de un año y medio de peleas via email, y tras una reclamación a Google, he conseguido que Entrelineas retire mi novela de la página de Google Books, ya que habían colgado parte de ella al alcance de cualquiera sin mi consentimiento. Sobran las palabras...Enlace

domingo, 4 de diciembre de 2011

El peligro de la autoedición

Hace unos cuantos años, era prácticamente imposible publicar un libro con una editorial decente si no tenías un padrino o un apellido que garantizara unas ventas estratosféricas. Un editor no se jugaba los cuartos ni ponía su prestigio encima de la mesa si no veía su inversión lo suficientemente segura . Fue entonces cuando surgió la autoedición.
Eran muchos los escritores que confiaban de forma plena en la calidad y las posibilidades de sus obras, y proponían a las editoriales participar económicamente en la edición, pagando una parte de los costes o incluso asumiéndolos al cien por cien. Fueron muchas las editoriales que aceptaron este método y, si no lo hacían de forma oficial, lo hacían bajo cuerda. Los resultados fueron muy diversos, ya que muchos autores desconocidos se revelaron como auténticas promesas de este mundillo, mientras que otros no sólo vieron sus sueños rotos, sino que además se quedaron con cara de "qué ha pasado aquí", y con los bolsillos vacios.
Algunas editoriales vieron en esta práctica un filón y decidieron dedicarse únicamente a la autoedición. Así, cada vez era más habitual encontrar con anuncios pidiendo escritores y, cuando llamabas, te sorprendían con unas tarifas desorbitantes y unas promesas que rayaban la fantasía. Surgieron así las empresas, aunque algunos se empeñen en llamarlas de otra manera, que permitían a los escritores emergentes cumplir su sueño y ver su novela en las estanterías de sus librerías favoritas a cambio de asumir los costes de la edición. Esta práctica alentó a gran cantidad de autores a enviar sus manuscritos, y si obra tenía la calidad suficiente el editor se comprometía a hacer lo que estuviera en su mano por darla a conocer sin tener que arriesgar ni un céntimo.
El problema surgió cuando, como siempre, aparecieron unos cuantos espabilados dispuestos a exprimir a la gallina de los huevos de oro hasta que reventase. Que nadie se sorprenda, porque esta historia ya ha sucedido antes, y se seguirá repitiendo. Música, arte... nada escapa de los especuladores. Algunas editoriales, que vieron como la publicación de esas obras desconocidas no solamente les reportaba bastante beneficios, sino que además no suponía ningún tipo de riesgo a nivel económico, bajaron de forma paulatina sus criterios de edición. Si antes se leían diez obras antes de decidirse a publicar una de ellas... ¿Por qué no publicar las diez? Al fin y al cabo, no era su dinero el que estaba en juego.
Esta práctica es muy peligrosa, e incomprensible desde mi punto de vista, ya que cuando una editorial publica una novela, o un poemario, o lo que sea, está poniendo su nombre y su prestigio encima de la mesa. Si la editorial X publica un libro que es una porquería... ¿No está echándose tierra encima? ¿No serán cada vez más reticentes los distribuidores y los libreros a trabajar con ellos? Todos los que empezamos con este mundillo nos topamos con editoriales de este estilo, a las que mandas tu manuscrito y te contestan a los diez minutos diciendo que les ha encantado y que eres el próximo Pérez-Reverte. Y claro, hay ilusos que tragan, y que son estafados por su propia vanidad.
Esta práctica no es ilegal, y es uno de los factores que ha provocado que el mundillo editorial cada vez esté más saturado, y que cada vez sea más dificil acceder a él. El trabajo de las editoriales no sólamente implica la puesta en circulación de las obras. Existe todo un proceso de maquetación, revisión, comprobación... Prescindir de estos procesos hace que en el mercado haya libros con errores ortotipográficos, contradicciones, plagios, e incluso frases mal construidas y sin sentido. El mercado está saturado, y el hecho de que cualquiera que escriba unas cuantas lineas sea capaz de verlas publicadas al precio que sea ha contribuido a saturarlo aun más. Hoy en día, para publicar un libro no hace falta talento, sino dinero.
Los que estamos empezando en este mundillo tenemos la enorme responsabilidad de no caer en esta trampa. La autoedición es una herramienta muy valiosa para los que queremos dedicarnos a escribir, ya que tener un buen curriculum y unas ventas decentes pueden hacer que alguna editorial se fije en tí, pero para ello debemos hacer examen de conciencia. Un escritor primerizo debe ser crítico consigo mismo y con su obra. Debe revisarla minuciosamente mil millones de veces, comprobar los datos, consultar a profesionales y, sobre todo, valorarla con objetividad.
He leido obras autoeditadas de escritores noveles que son una auténtica basura. Novelas que, como mucho, habrán leido sólo los familiares y amigos más íntimos del escritor (quizás ni eso), que habrán dado una valoración subjetiva y cargada de mentiras para no herir su sensibilidad. Obras así hacen que las demás pierdan su valor, y se pierdan en un mar de novedades editoriales cada vez más saturado. Publicar una novela es algo serio, y hay que tomárselo como tal. No entiendo a los escritores primerizos que exigen el reconocimiento mediático, y que esperan que su obra esté en los escaparates de las mejores librerías durante meses. Escribir es mucho más que eso, pero hay gente que no lo va a entender nunca.
Es imposible dar aviso a las editoriales, pues la mayoría no son otra cosa que empresas que no van a dejar de hacer números en pos de eso que algunos llaman "dignidad" o imagen corporativa. Este mensaje es para todos aquellos que, como yo, comienzan en este mundillo: sed exigentes con vosotros mismos. Es dificil hacerse un hueco, pero de nada sirve hacerlo aún más dificil. Tenemos toda la vida por delante para escribir, así que no os preocupeis si vuestra obra no ha quedado como esperabais, y apresuraros a escribir otra. Publicar a cualquier precio es una quimera, una manera como otra cualquiera de sacarle los cuartos al personal.
Hay quien se hace llamar "escritor", y no es otra cosa que un pobre diablo que no sabe hacer ni la O con un canuto. A veces leo sus obras, y siento vergüenza ajena.