jueves, 28 de junio de 2012

Mi experiencia en la Feria del libro de Valencia 2012

 Cuando llegué a la Feria del libro de Valencia, me quedé anonadado. Lo que en un principio había comenzado como una modesta aventura en busca de lectores para mi novela me había llevado a una de las ferias más importantes del país, y a una de las ciudades más hermosas en las que he estado. Lo único que me preocupaba era la posibilidad de no estar a la altura, pero mis tribulaciones no tardaron en disiparse y dar paso a una sensación de gozo que me hizo recordar los motivos por los que, un buen día, decidí dedicarme a contar historias.
Las librerías "La Traca" y "La Moixeranga" hicieron de maestros de ceremonias, y se encargaron de darme la cobertura necesaria para que los dos días que estuve en aquella ciudad fueran inolvidables. Libreros de los que ya apenas quedan, amantes de los libros, conocedores del producto que venden e ilusionados ante la posibilidad de tener algunos autores firmando en su stand.
La Montblanc echaba humo, y los libreros se mostraban más entusiasmados que yo cada vez que dedicaba un ejemplar. En conclusión, una feria increible, un recibimiento formidable y una ciudad que me acogió con los brazos abiertos.
Me han invitado a volver el año que viene, y no tengo dudas de que lo haré. Lo único que no sé es si habrá una nueva novela para entonces...

jueves, 14 de junio de 2012

Mi experiencia en la Feria del libro de Castellón 2012

De todas las ferias en las que he participado, sin duda la de Castellón fue la más didáctica. Allí compartí firmas con varios autores, algunos principiantes como yo, y otros veteranos curtidos con varios títulos a su espalda. Juntos compartimos experiencias y anécdotas, además de valiosos consejos que nos sirvieron para pasar un día muy agradable.
El hecho de que la feria estuviera instalada en el interior de una carpa en plena plaza del ayuntamiento nos libró de la tremenda tormenta que cayó aquel día. Tuvimos la suerte de asistir a la interesante presentación del libro "El atleta espiritual", de Quindel Maihuee, con el que tuve ocasión de intercambiar unas palabras y con el que volví a encontrarme al día siguiente en la Feria del libro de Valencia.
Fue un placer conocer a tantos escritores que, al igual que yo, tratan de abrirse camino en el complicado mundillo editorial. Conocí a Raul Ariza, que acudía a firmar su libro"La suave piel de la anaconda", y a un compañero de la editorial Círculo Rojo, Manuel Macarro Thierbach , que firmaba su novela "La residencia". También compartí mesa con Basilio Trilles, autor de "Tiempo de Valientes", un gran escritor y una mejor persona, cuyos consejos conforman el mejor botín que pude haberme llevado de aquella feria.
También conocí al autor de la recomendable obra "Mientras arde una cerilla", Pepe Catalá. Ex-locutor de radio y amante de los libros, resultó ser una de las personas más interesantes y simpáticas que he conocido en mi pequeña gira. Compartir mesa con tantos buenos escritores fue algo sensacional, y tuve la certeza de que las casi ocho horas de viaje desde Cádiz hasta Castellón habían valido la pena. 

Libros y escritores, una buena combinación que me hizo pasar un par de tardes deliciosas en una feria a la que espero volver pronto.