El mundo sigue rodando, el segundero continua su imparable avance... hay muchas maneras de contarlo, pero solo una de llevarlo bien: Asumirlo.
Hace unos meses fui a la presentación del libro "La Abadía de los Crímenes", de Antonio Gomez Rufo, y la presentación terminó derivando en un interesante debate sobre el libro electrónico, la piratería, la ley Sinde y algunas perlas más. Gomez Rufo, además de escritor consagrado, es vicepresidente de la Asociación Colegial de Escritores de España (ACE), y comunicó algunos datos que son, cuanto menos, aterradores. En 2009 la venta de libros descendió en un 8%, y en 2010 un 20%. Añadió tambien que España es uno de los paises de mayor producción literaria, al año se publican unos diez libros por habitante. ¿A qué se debe este desbarajuste?
Según el escritor, mucha gente solo compra libros para regalarlos, no para leerlos. Siempre va a haber Best-sellers, siempre va a haber una nueva novela de Nosequién, o una nueva secuela de Nosequé (aún hoy siguen apareciendo obras supuestamente inéditas de Stieg Larsson, o incluso de Tolkien. La hostia.). El mercado sigue avanzando, con o sin nuestro permiso.
Mientras en otros paises el Ebook ya funciona como un formato autónomo, rentable y plenamente reconocido, en España seguimos a la cola del progreso. ¿Por qué? Porque esto es España. Me explico:
Una edición de un libro de, pongamos, 3.000 ejemplares, es algo físico. La maquetación, los materiales, la distribución... todo cuesta dinero. En cambio el Ebook, una vez que está en la red, no necesita distribuidores, páginas, reediciones... Un libro puede ser descargado tropecientos millones de veces, y seguirá ahí, disponible para cualquiera que quiera acercarse a él. ¿No sería lógico que este producto fuera mucho más económico que el libro en papel? Las editoriales opinan que no, claramente influenciadas por las distribuidoras que ven peligrar su sustento. Es por ello que un libro que en la calle cuesta unos veinte euros, en edición Ebook no baja de los catorce o quince euros, como si con esa pequeña rebaja ya estuvieran cubriendo todo el servicio que se ahorran. Y claro. Nadie los compra.
Ya hay precedentes. Una escritora norteamericana publicó una serie de cuentos por internet a poco menos de un dolar y medio, y lleva ya alrededor de un millon de copias vendidas. Es tan solo uno de los muchos casos en los que la era digital consigue imponerse a pesar de las reticencias de algunos empresarios que, para que vamos a negarlo, no quieren perder dinero.
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