Cuando publiqué mi primer libro, un amigo me regaló una estupenda estilográfica Waterman. Aquella fue mi primera pluma, y con ella comencé a firmar torpemente los primeros ejemplares que vendí. La primera vez que firmé un libro, no sabía ni qué poner. Lo normal sería ceñirse a la escueta fórmula "De (autor) a (lector), con cariño", pero aquello me parecía tan impersonal que casi rozaba el ridículo. ¿Quién era yo para limitarme a poner algo tan manido y soso? Entonces me dediqué a escribir dedicatorias especiales, cada una diferente a la anterior. Si era a un conocido, le recordaba alguna anécdota que habíamos vivido juntos, y si por el contrario era alguien que no conocía de nada, escribía dedicatorias elaboradas, de varias lineas, deseándole una feliz lectura y mis mejores deseos para el futuro.
A mi modo de ver, es muy importante hacer dedicatorias especiales, ahora que aun se puede. Los escritores más reconocidos tienen en ocasiones que firmar libros para una larga cola de seguidores, y no se van a complicar mucho la vida. Sin embargo, yo no soy uno de ellos. Estoy empezando en este mundillo, y cada lector supone un reto y a la vez una oportunidad de causar una buena impresión. Si le firmas a alguien una dedicatoria bonita y original, es muy probable que la enseñe a sus amigos, lo cual es una publicidad que no tiene precio.
Personalmente siempre intento que cada dedicatoria sea única, aunque haya ocasiones en las que me he quedado en blanco y he escrito lo primero que se me ha pasado por la cabeza. Espero que en Septiembre tenga muchos libros que firmar y muchas ideas para hacerlo.
A mi modo de ver, es muy importante hacer dedicatorias especiales, ahora que aun se puede. Los escritores más reconocidos tienen en ocasiones que firmar libros para una larga cola de seguidores, y no se van a complicar mucho la vida. Sin embargo, yo no soy uno de ellos. Estoy empezando en este mundillo, y cada lector supone un reto y a la vez una oportunidad de causar una buena impresión. Si le firmas a alguien una dedicatoria bonita y original, es muy probable que la enseñe a sus amigos, lo cual es una publicidad que no tiene precio.
Personalmente siempre intento que cada dedicatoria sea única, aunque haya ocasiones en las que me he quedado en blanco y he escrito lo primero que se me ha pasado por la cabeza. Espero que en Septiembre tenga muchos libros que firmar y muchas ideas para hacerlo.
Así que, también para escribir dedicatorias hay que ejercitar el lápiz. Podría ud practicar rapidez de respuesta jugando ajedrez a un minuto.
ResponderEliminarBuena suerte y que venda muuuucho.
http://enfugayremolino.blogspot.com/
Muchísima suerte compañero, yo he firmado muy pocos, se podría decir que el bolígrafo me durará toda la vida a este paso, pero no tiene precio lo que me reí escribiendo las dedicatorias.
ResponderEliminarSaludos majo
Yo empiezo en este mundo de "imprime tu trabajo, tu obra". Bueno, así lo veo yo, no como algo que deba hacer por qué lo dicten, sino por gusto, ahora, cómo le pongo, si es algo resiente, sin casa editorial y cosas así, que yo realice dicho escrito. Opte por añadir un encabezado, y un pie de pagina, suena feo, tal vez, pero es que no sabía realmente qué hacer. En cuanto a la dedicatoria opte por dejar una hoja en blanco al final, o un pedazo de hoja en blanco en la parte donde va mi epílogo. Así, allí podré escribir las dedicatorias que, como bien dices tú, serán "personalizadas" por así decirlo, no monótonas y cosas similares. En fin, me sirvió lo que has escrito, espero leer tus textos, colega.
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