Benito Olmo apuesta por la intriga en su segunda novela
Con pasos cortos pero seguros. Así se mueve Benito Olmo (Cádiz, 1980) en el siempre complejo mundillo literario, un complicado entramado de editores, autores y manuscritos originales en el que el escritor gaditano disfruta ahora de la buena acogida que está recibiendo su segunda novela, Mil cosas que no te dije antes de perderte, una obra en la que Granada vuelve a ser territorio preferente, como en su primer libro, y en la que la acción deriva hacia la intriga y el misterio.
La nueva novela de Benito Olmo, publicada por la editorial almeriense Círculo Rojo, nace de una situación familiar y trágica. Un hombre recibe una llamada telefónica que le informa de la muerte de su padre, con quien no hablaba desde hacía cinco años. Pese a ello, decide regresar a su ciudad natal, donde comprueba que el fallecimiento ha sucedido en extrañas circunstancias, y también que la urbe y sus antiguas amistades han cambiado considerablemente.
Este marco narrativo sirve a Benito Olmo para desarrollar una novela cercana al thriller, pero en la que también maneja otros hilos, incluido el amoroso, hasta completar un relato que, de momento, está recibiendo el respaldo de los lectores.
El joven escritor gaditano ha optado por la primera persona para su obra, igual que en Caraballo, su primera publicación, y aunque explica que lo hace porque así se lo pide la historia, también reconoce que esconde algún elemento autobiográfico: "Bueno, en algún modo sí, porque yo perdí a mi padre con 16 años y, ahora, también he regresado a mi ciudad natal después de varios años en Granada".
Esta ciudad es, precisamente, la otra constante de Benito Olmo. Ya en las solapas de sus libros se advierte de la atracción que la capital granadina ejerce sobre el escritor gaditano. Allí vivió durante varios años, antes de volver a Cádiz, y allí ha situado las dos acciones de sus novelas. Por amor a aquella ciudad pero también porque entendía, igual que en el uso de la primera persona, que era el escenario ideal para sus historias. El barrio del Albaicín, por ejemplo, sus callejuelas y recovecos, es una de las claves del misterio y la intriga que rodea a Mil cosas que no te dije antes de perderte.
Explica Benito Olmo que su intención es escribir de una forma "ligera, sencilla, amena", sin utilizar un lenguaje complicado que impida a la gente acercarse a su novela, y pronto matiza que esta manera de escribir es "muy difícil". El autor gaditano está satisfecho con el resultado, pues, según sus palabras, los lectores le aseguran que la novela "engancha".
Pero esta sencillez que Olmo persigue a la hora de construir sus historias no debe confundirse con ligereza. El escritor confiesa ser exigente con su literatura, lo que confirma explicando que después de Caraballo, llevó a una editorial otra novela, y que pese a ser admitida, él mismo la retiró voluntariamente al entender que no reunía los requisitos básicos para ser publicada.
Su tercer libro, que tiene ya forma en su cabeza, le permitirá cambiar de escenario. Cádiz será, por primera vez, el lugar donde se desarrolla una historia en la que la ciudad será vista por una persona de fuera.
Con pasos cortos pero seguros. Así se mueve Benito Olmo (Cádiz, 1980) en el siempre complejo mundillo literario, un complicado entramado de editores, autores y manuscritos originales en el que el escritor gaditano disfruta ahora de la buena acogida que está recibiendo su segunda novela, Mil cosas que no te dije antes de perderte, una obra en la que Granada vuelve a ser territorio preferente, como en su primer libro, y en la que la acción deriva hacia la intriga y el misterio.
La nueva novela de Benito Olmo, publicada por la editorial almeriense Círculo Rojo, nace de una situación familiar y trágica. Un hombre recibe una llamada telefónica que le informa de la muerte de su padre, con quien no hablaba desde hacía cinco años. Pese a ello, decide regresar a su ciudad natal, donde comprueba que el fallecimiento ha sucedido en extrañas circunstancias, y también que la urbe y sus antiguas amistades han cambiado considerablemente.
Este marco narrativo sirve a Benito Olmo para desarrollar una novela cercana al thriller, pero en la que también maneja otros hilos, incluido el amoroso, hasta completar un relato que, de momento, está recibiendo el respaldo de los lectores.
El joven escritor gaditano ha optado por la primera persona para su obra, igual que en Caraballo, su primera publicación, y aunque explica que lo hace porque así se lo pide la historia, también reconoce que esconde algún elemento autobiográfico: "Bueno, en algún modo sí, porque yo perdí a mi padre con 16 años y, ahora, también he regresado a mi ciudad natal después de varios años en Granada".
Esta ciudad es, precisamente, la otra constante de Benito Olmo. Ya en las solapas de sus libros se advierte de la atracción que la capital granadina ejerce sobre el escritor gaditano. Allí vivió durante varios años, antes de volver a Cádiz, y allí ha situado las dos acciones de sus novelas. Por amor a aquella ciudad pero también porque entendía, igual que en el uso de la primera persona, que era el escenario ideal para sus historias. El barrio del Albaicín, por ejemplo, sus callejuelas y recovecos, es una de las claves del misterio y la intriga que rodea a Mil cosas que no te dije antes de perderte.
Explica Benito Olmo que su intención es escribir de una forma "ligera, sencilla, amena", sin utilizar un lenguaje complicado que impida a la gente acercarse a su novela, y pronto matiza que esta manera de escribir es "muy difícil". El autor gaditano está satisfecho con el resultado, pues, según sus palabras, los lectores le aseguran que la novela "engancha".
Pero esta sencillez que Olmo persigue a la hora de construir sus historias no debe confundirse con ligereza. El escritor confiesa ser exigente con su literatura, lo que confirma explicando que después de Caraballo, llevó a una editorial otra novela, y que pese a ser admitida, él mismo la retiró voluntariamente al entender que no reunía los requisitos básicos para ser publicada.
Su tercer libro, que tiene ya forma en su cabeza, le permitirá cambiar de escenario. Cádiz será, por primera vez, el lugar donde se desarrolla una historia en la que la ciudad será vista por una persona de fuera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario