viernes, 24 de enero de 2014

Escribir es una carrera de fondo



El pesimista está convencido de que la vida es injusta. De que la suerte siempre sonríe a los mismos y que el destino se empeña en negarle aquello que cree merecer por derecho propio.
El pesimista siempre encuentra excusas para su infelicidad. Se emperra en su discurso y se regodea en sus propias miserias en vez de buscar la forma de superarlas.
Siempre he sido de natural optimista y la vida me ha enseñado que el trabajo duro siempre, siempre, da sus frutos. Que la frustración y el desánimo son sólo barreras que nos ponemos nosotros mismos y que nos impiden ver más allá. El entusiasmo y la seguridad en lo que hacemos son herramientas fundamentales a la hora de encarar el futuro con ilusión.
La búsqueda de editorial es un proceso desalentador. Es fácil frustrarse mientras se espera una llamada o un mensaje que nunca llega, o llega tarde y no es el que esperábamos. En un momento dado, el pesimista arrojará la toalla y decidirá dedicar sus esfuerzos a otra tarea menos ingrata y con metas más asequibles. Traducido: elegirá el camino fácil.
Escribir es una carrera de fondo. Las prisas por publicar no son buenas y siempre hay tiempo para pulir un texto, volver a corregirlo, darle otra vuelta de tuerca hasta convertirlo en un manuscrito digno y capaz de convencer a algún editor valiente. Lo que tenga que llegar, llegará.
Ilusión, constancia, esfuerzo, entusiasmo, son cualidades que cualquier escritor primerizo como el que suscribe debe derrochar si no quiere quedarse en el camino y perder la oportunidad de alcanzar sus sueños. Porque la vida es dura, nadie dijo lo contrario, y si no estás dispuesto a pelear por lo que quieres es que no estás vivo.

jueves, 16 de enero de 2014

Programa especial "El escritor", en Página 2

Me gustaría compartir con vosotros este video resumen de la serie "El escritor" extraído  del programa Página 2. En él se recoge la experiencia de un escritor novato imaginario que es aconsejado por varios escritores de prestigio en el proceso de gestación de su obra. No tiene desperdicio.